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LA POBREZA EN EL MUNDO

Trabas al repliegue de la pobreza

 

En medio de una coyuntura sumamente difícil para el conjunto de la humanidad, permítanme destacar aspectos positivos de carácter estructural que están generando bienestar.

 

"Setenta millones de personas entran cada año a la clase media". "Esto continuará por los próximos 20 años". "Hacia el 2030 serán 90 millones de personas las que accedan a la clase media, cada año". "Sin China e India, 20 millones de personas entran anualmente a la clase media". "La desigualdad declina significativamente a nivel global". "Es evidente que la pobreza baja dramáticamente alrededor del mundo". "El porcentaje de gente que vive con menos de US$2,75 por día ha bajado de 50% al 17% en el año 2000 y puede llegar al 6% el 2015".

 

Esta fantástica y dramática información no es ciencia ficción ni ilusionismo, es el corazón de una reciente publicación de Jim O'Neill, jefe de Economía de Goldman Sachs: "Boom Time for the Global Bourgeoisie" ("The Financial Times", 15 de julio, 2008).

 

O'Neill agrega: "En el medio del generalizado abatimiento y fatalidad que hoy recorre el occidente, es importante no perder de vista los verdaderos temas estructurales que están formando nuestra era".

 

"En vinculación al sentir actual, muchas veces los comentaristas describen a la clase media como acosada y empequeñecida en medio de una abrupta y creciente desigualdad. Sin embargo, a nivel global, esto simplemente no es verdad. Sigue desenvolviéndose alrededor del mundo, uno de los más positivos y sorprendentes fenómenos en muchas generaciones. Estamos en el medio de una explosión de la clase media mundial" (ingresos entre US$6.000 y US$30.000 dólares al año ajustados por poder de compra).

 

Efectivamente, en Occidente estamos en medio de una ola generalizada de pesimismo. Pero más allá de la coyuntura actual, la mayoría de los analistas y medios sigue insistiendo en hacernos ver un mundo que se empobrece en beneficio de las grandes corporaciones y unos cuantos ricos.

 

En el Perú es igual o peor. Estamos en el mejor momento económico y social en largas décadas; económico por el crecimiento de la producción y la inversión, y social por el crecimiento del empleo y la reducción de la pobreza en buena parte del país, tanto en el Perú urbano, incluyendo las ciudades de la sierra y de la selva, como en la costa rural. Si bien no atinamos aún a promover la solución de la pobreza en la sierra rural, la situación política del país y la sensación que nos transmiten los medios es de una crisis que no se condice con la realidad, ni con la propia ni con la global, que nos demuestra, como dice O'Neill, que la economía de mercado está llevando hacia el bienestar a una gran parte de la humanidad.

 

Dicho esto, tampoco se entiende cómo el Gobierno deja de aprovechar la oportunidad de iniciar el repliegue de la pobreza en la sierra rural, abrazando el programa de Sierra Productiva, que ha demostrado, con más de 30.000 familias, su positivo e importante impacto en la productividad, los indicadores sociales, e institucionales como el advenimiento de ciudadanos frescos, que con su salto en el bienestar entierran sus frustraciones y resentimientos para abocarse a ser parte de la modernidad, de la sociedad del conocimiento y de la economía de mercado.

 

Lo que es peor, no solo no se apoya a Sierra Productiva, se la ataca, se acusa a los yachachiq de ser 'cadres' políticas, no se castiga al gobernador de Canas, Javier Anahui, quien en nombre del presidente de la República prohíbe las pasantías y se discrimina a los yachachiq en Juntos.

 

Difundamos la realidad del avance estructural del bienestar en el mundo y en el Perú, estamos ganando la batalla económica y social, pero estamos perdiendo la batalla política.

 

Con Sierra Productiva podemos consolidar también nuestro éxito en la sierra rural, ¿qué esperamos para reaccionar y dar la batalla política?

HECHO POR RAUL ARAMBULO BAYONA

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